El objetivo está claro: no planchar la ropa nunca más o por lo menos reducir el número de prendas que lo necesiten al mínimo posible.
En Lavamás llevamos más de 25 años al frente de un servicio de lavado y planchado industrial y sabemos bien lo importante que es rentabilizar el tiempo y el esfuerzo en determinadas labores sobre todo si son una carga más de las siempre poco agradecidas tareas del hogar.
Es por esto que, con una serie de propuestas muy básicas se puede evitar el momento de planchar prendas lo máximo posible, aun cuando existen algunas muy especiales a las que no las vamos a poder privar de ello.
Ideas prácticas que ayudan a no planchar la ropa.
En Lavamás hemos adquirido una experiencia absoluta en el mundo de la higiene textil sobre todo en hoteles, restaurantes, servicios de catering, apartamentos turísticos, etc.
Todo ello nos convierte en expertos "planchadores" pero a la vez en hábiles conocedores de trucos que podemos aplicar a nivel doméstico con el fin de evitarlo al máximo.
- La lavadora: Gran aliada para aliviarnos el trabajo de lavar la ropa, por contra en ocasiones puede multiplicar las arrugas en las prendas. Para ello se recomienda no cargar el tambor al máximo puesto que un exceso de ropa supondrá que la misma quede muy apelmazada y por tanto arrugada.
- La secadora: Cuidado con ella porque al igual que en el caso anterior, llenarla demasiado también produce el mismo efecto que en la lavadora sobrecargada. Sin embargo, un programa suave y sin abusar de meter ropa en su interior elimina casi la totalidad de los pliegues en las prendas.
- Composición de las prendas: El lino, el algodón 100%, en definitiva las fibras naturales son las grandes aliadas de una buena tarde de plancha. Si se componen de fibras tipo poliéster, lycra o similar las arrugas estarán apenas presentes.
- Tender correctamente: es decir, utilizando las zonas de las costuras para disponer las pinzas. no colgar la prenda por la mitad de la misma, usar perchas para algunas como camisas o jerseys son buenos consejos. Igualmente, la ropa debe ser tendida al instante de acabar el programa de lavado y recogida con celeridad nada más comprobar que se ha secado.
- Antes de guardar la ropa: hay que estirar bien las prendas y doblar con cuidado sólo las que sean estrictamente necesarias. Las que puedan quedar en perchas estarán más a salvo de las arrugas, eso si, siempre y cuando dispongan de un poco de espacio en la barra de colgado procurando no apelmazarlas para que no se hagan pliegues.
En lavamás queremos colaborar para que ese objetivo de no planchar la ropa nunca más llegue al máximo nivel de consecución.